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18.12.16

DRÁCULA













Cuando leí la novela DRÁCULA de Bram Stocker pensé en  la posibilidad de hacer mi propia versión de este relato gótico, oscuro y misterioso.
Comencé a dibujar y escribir de manera anárquica, dejaba que salieran cosas en las páginas de mis cuadernos,  aparecieron  castillos,  bellas mujeres, animales impuros y textos que intentaban modelar la historia.
Cuando nos metemos con el alma en un proyecto, suceden encuentros que tienen que ver con eso que ocupa nuestro tiempo creativo, es como que se arma una constelación que atrae a su centro eso que necesitamos.
Una noche soñé un vampiro, era un monje vestido con algo parecido al traje de ciertos obispos, tenía alas como un murciélago. Modelé esa imagen con resina y papel maché, después la usé de modelo. Dibujaba sobre papel Fabriano , con  tinta, pluma, pinceles, aguadas, carbón, collage, transfer y algunas texturas que hacía con un rodillo de grabado.
Dibujaba de noche, muchas veces a la luz de unos antiguos  candelabros que daban un clima especial que me ayudaba a convocar imágenes.
 Algunas noches sentía en mi estudio inquietantes presencias. Así pasó más de un año, me volví huraño y taciturno.
Junté más de setenta dibujos, parte de los cuales integran hoy la novela gráfica que editó el Zorro Rojo en España, hay una versión inglesa, una checa y una brasilera.
La edición española se agotó y hace muy poco el Zorro Rojo lo reeditó  nuevamente, en una muy cuidada publicación con tapa dura entelada, (algunos ejemplares especiales  tienen gotas de sangre del autor) un lujo asiático que podrías pensar como regalo de navidad.


17.12.16

CREDO





Dibujar con líneas, dejar todos los fuegos de artificio al costado, los efectos y los trucos del photo shop que ya me aburren, dibujar con una pluma y tinta sacándole el jugo a la simple línea.
Esa especie de sismógrafo que conecta tu mano, el cuore y el cerebro.
 Dejar que salga sin que lo interrumpan pensamientos ni ideas.
Dejar tu mano sin ataduras mentales.
Dibujar casi como una respiración, sin pensar quien lo verá, sin calcular cuanto valdrá o en que mercado circulará.
El papel, las líneas y la mano se entienden.
Ser este presente, efímero, frágil, que no admite certificados ni especulaciones.
Estar presente dejando esa huella en el papel, como quien camina a la orilla del mar y van quedando las pisadas en la arena, mudo testimonio de que allí estuvimos.
Descubrir cuantos dibujos guardabas en algún lugar, esa fuente secreta de donde fluyen imágenes, ignorando todo.
Ese es mi credo.

2.12.16

VISITA GUIADA



Me encontraba ilustrando "Las venas abiertas..." el libro de Eduardo Galeano que publicó Página 12, y un mediodía me visitaron Viviana Bilotti y Diego Parés, ambos ilustradores de conocida trayectoria.
Esto sucedió este año, aunque en mi memoria está en el anaquel del siglo pasado. Es que pasaron muchas cosas este año, debería hacer algo así como un memoria y balance.
Por ahora están estos dibujos, como se los mostré a Vivi y Diego, son cerca de cincuenta originales, si venzo la pereza haré una muestra con ellos...algún día, en algún lugar.